viernes, 19 de febrero de 2010

a través de la moviola

Algún día del 2004

Todo empezaba en una sala de montaje, recuerdo perfectamente la moviola situada a la izquierda de la puerta, muy robusta, envejecida y sus contornos estaban muy desgastados. Yo avancé la película de 16mm muy rápido lo cual provocó que el royo se enredara y la película se descolase del visor... La pantalla, como siempre, quedó en blanco, brillando muy fuerte y entonces empecé a ver la verdadera película.

En la Tierra había sucedido algo, un Gran Cambio, yo lo reconocí inmediatamente porque ya había soñado anteriormente con los mismos paisajes. Todo parecía devastado, la tierra era muy árida y en el cielo todo parecía un eterno atardecer con una brisa constante, tan constante que irritaba. Yo estaba en las afueras de una ciudad y aquella ciudad se veía desolada, pocos edificios quedaban en pie, si había restos de animales o vegetación no estaban al alcance de mi vista. Esta era mi visión desde la salida a la superficie de un túnel subterráneo que llevaba al lugar donde nos refugiábamos y esperábamos nuestro turno para ascender a otro mundo mejor.

Aquel día yo observaba con miedo desde la distancia la ciudad a la que tenía que llegar si quería conseguir mi pasaje. Por fin había llegado mi turno y solo disponía de un día para encontrar la oficina deRegistro entre tanto escombro, además el Registro cambiaba de lugar todos los días porque todos los días se destruía.

Tras el Gran Cambio, los que sobrevivimos aparecimos con un número tatuado en nuestros brazos, el mío era el 723(creo). La única manera de ascender a otro mundo mejor era encontrando a la otra persona que tenía el mismo número, nuestra otra mitad.

En cuanto se descubrió lo de los números en el brazo todos como locos miraban los brazos de los demás, parecía el primer día de rebajas, era una locura, no buscaban a la persona sólo buscaban un número… Pero, algunos se “encontraron” de verdad, se miraban llenos de alegría, se cogían las manos y de repente desaparecían. En el lugar de aquel encuentro, tras la desaparición, empezaba a brotar de nuevo la vegetación. Aquellos lugares se volvían sagrados y nadie se atrevía a pisarlos.

En principio había mucha esperanza porque si uno estaba vivo era porque existía su otra mitad, sólo debía encontrarla. Así que se establecieron en las ciudades de todo el mundo unos REGISTROS donde uno dejaba su número para poder encontrar a las persona deseada en cualquier lugar que se encontrase. Se decía que al inscribir tu número en aquellos registros como por arte de magia te reubicaban junto a la otra mitad, dejaban de tu mano el reconocerlo.

Para no colapsar los registros en cada refugio se hacía una lista por sorteo en la cual marcaban que día le tocaba a cada uno. Si en ese día no encontrabas el registro debías esperar a que la lista volviese a ti otra vez, lo cual podía suponer mucho tiempo y una desesperación para muchos. Este no era el único problema, una cosa más terrible se descubrió con el tiempo. NO TODO LOS NUMEROS ERAN VERDADEROS. Eso generó el pánico y en los refugios era cada vez más difícil sobrevivir.

No todos los números eran verdaderos porque antes del Gran Cambio las personas había mantenido durante largos periodos de tiempo relaciones con alguien equivocado… muchos habían cambiado profundamente su esencia por amoldarse a la otra persona, se habían transformado tanto que su número se vio afectado… por lo cual quien de nacimiento tenía el 324 tras esos periodos su número podría convertirse en el 325 o incluso variar más…

Por lo cual era imposible encontrar en ningún lugar quien era realmente la otra mitad, a pesar de que existía, ya que solo te mantenías con vida porque también existía la otra persona… Era muy triste ver como algunos decidían poner fin a sus vidas por la desesperación y cerca de ellos ver a su otro ser desaparecer en el mismo instante. Tras aquellas desapariciones en vez de vegetación surgían agujeros de la NADA.

Mi turno ya se me había pasado en una ocasión. El mundo afuera era muy peligroso, había temblores y si no te tragaba la tierra te caía algo encima. En la primera ocasión estuve a punto de morir 3 o 4 veces... tanto esfuerzo y no conseguí encontrar el Registro. Regresé al refugio muy triste, el tiempo no pasaba y también estaba la posibilidad de que mi número hubiese cambiado, solo observar a gente ascender mantenía mi esperanza.

Así que allí estaba de nuevo, mirando la desolada ciudad, paralizada por el miedo, haciendo balance de todo lo ocurrido “antes y después” del Gran Cambio. Le había buscado tanto tiempo “antes y después”, tan solo en sueños lo había visto pero no recordaba un rostro, solo la sensación de que era el…

Muchos solo querían ascender, salir del mundo que nos había quedado, yo solo quería encontrarle…

Con este deseo salí corriendo hacía la ciudad…

Encontré otras personas buscando el Registro… corríamos sin descanso, como ciegos de un lado para otro, sin rumbo y solo con una esperanza.

Pasadas muchas horas me perdí, ya no veía a nadie, trepé a lo alto de un edificio derruido y desde allí observé una fila de personas…

Mi cuerpo ya estaba lleno de heridas y cojeaba pero llegué.

Era la fila del Registro, todos alegres esperábamos nuestro turno..

la fila era larguísima y yo temía no llegar antes de que acabase el día.

Desde lejos pude ver el sencillo método… simplemente escribías el número en una pizarra controlada por un extraño señor con gafas minusculas… El señor comprobaba el número, mandaba dar un paso al frente y al hacerlo desaparecían…

Yo estaba muy muy nerviosa, temía incluso que mis nervios alterasen mi número… cuando ya estaba cerca de mi turno una pared se desplomó cayendo sobre un chico que tenía delante, automáticamente una chica que se encontraba más atrás en la cola desapareció con el… todos nos quedamos inmóviles, habían estado tan tan cerca el uno del otro.. nadie sabía que pasaba con esas personas cuando desaparecían…que les aguardaba a ellos, ni vegetación, ni agujero… nada cambiaba…

No pude evitar llorar, en silencio las lagrimas me caían sin cesar hasta que llegó mi turno…

Todo parecía tan absurdo, solo era una pizarra de niños. El señor me dio la tiza y escribí mi número, el lo comprobó con mi brazo… en ese momento mi esperanza era poca, lo que acababa de ver me había entristecido tanto que me sentía vacía, en tal circunstancia creía imposible poder reconocer a nadie..

Llevada por la inercia di el paso y mi siguiente paso fue en lo alto de una azotea.. casi me caigo y me tuve que equilibrar dando un paso atrás…Era la azotea de un edificio de 5 plantas de una ciudad que parecía intacta, como antes del Gran Cambio… la gente caminaba por las calles como si nada hubiese ocurrido… estaba desconcertada..

Y allí, entre tanta gente normal, debía encontrarle…

Al otro lado de la calle había una antigua iglesia, tal vez ya ni se usaba como iglesia, me quedé mirando la gente que pasaba por delante y de repente alguien se paró, miró hacia arriba y me vio…

Las 5 plantas del edificio no eran distancia suficiente para no poder ver con claridad que el era a quien buscaba y a su vez el me reconoció a mi.

De pronto me ví envuelta en una burbuja que me envolvía y me llevaba volando hacia mi otra mitad. A el le atrapó otra burbuja y ascendía hacia mi. Fueron pocos segundos los que tardaron en encontrarse las dos burbujas…

Durante mis últimos momentos en la Tierra yo seguía llorando, no había dejado de llorar desde lo sucedido en la fila..

Ahora lloraba y reía a la vez, lo miraba hipnotizada y el me miraba a mi, me miraba y me veia de verdad, también me había buscado “antes y después” …también me había reconocido en sueños, también guardaba la esperanza, también había cuidado su esencia para mi…Su 723(creo) no estaba escrito en ninguna parte, pero estaba intacto..

Los últimos segundos en la Tierra en aquella burbuja fueron de calma, de alegría… de dulzura, de luz..

Todavía no lo había tocado pero ya estaba conmigo, sabía que EXISTÍA…

Nuestras burbujas se fueron fundiendo lentamente hasta convertirse en una… a medida que se fundían nuestros cuerpos se iban acercando…

Sus manos que ya eran las mías fueron lo primero en tocarse… mmmm (no se puede describir esto)… Cuando las burbujas se convirtieron en una sola nosotros ya estábamos abrazados… y en aquel instante una luz se abrió en el cielo y absorbió nuestra burbuja a toda velocidad…de esta manera desaparecimos como todos antes y bajo aquel lugar creció un árbol…

La intensa luz de la moviola era como la luz que nos llevó a otro lugar…

Volví a coger el royo de película… lo desenredé con cuidado de no romper nada, no perder ningún fotograma… y volví a colocar el royo en su inicio…

Después me desperté con la esperanza de encontrarle algún día

Desde entonces debí haberle visto en 4 o 5 sueños más…

"Dedicado a todos los que fueron mi otra mitad... muchas gracias por cuidarme tanto y hacerme sentir que esa esencia sigue viva gracias a ellos"