viernes, 27 de noviembre de 2009

La madre de Mar y Obama

Mi familia y yo, por motivos que desconozco, llevábamos a Obama a su casa. El iba sentado atrás en el medio, muy apretadito en un coche bastante mini, pero su traje estaba impecable y el también. Le bombardeamos de preguntas, todas muy surrealistas, nada que ver con política y el se veía un poco incomodado.
De repronto, me acordé de la madre de Mar.
(en la vida despierta la madre de Mar se cartea con Obama incluso antes de que ganara las elecciones, ella estaba muy preocupada por la mala política de salud de los EEUU, las insuficiencias e injusticias, de EEUU y de muchos otros países. Un día Mar me pidió el favor de traducirle una carta donde especificaba todos los cambios que pensaba realizar, hace unos días esos cambios se han aprobado)
En el sueño yo le contaba a Obama lo feliz que había hecho a la madre de Mar, él también recordó las cartas, aseguraba escribirlas el mismo y se alegró tanto al saber que una decisión suya ha hecho feliz a alguien que se puso a llorar como un niño pequeño. Lloró, lloró y lloró hasta que llegamos a la Casa Blanca.
En la Casa Blanca nadie lo esperaba, más bien nadie esperaba verlo bajar de un turismo. Del portalón de entrada hasta la casa en sí el camino estaba cuidado por perros rabiosos, tigres, leones y demás fieras salvajes. Mis padres esperaron en el coche, me dieron una cámara de fotos y me pidieron que si era capaz de llegar hasta la casa me hiciera una foto con toda la familia de Obama.
Obama y yo avanzamos con mucho miedo los primeros metros entre las fieras. A el pronto lo identificaron los de seguridad, todos expertos domadores, y llegó sano y salvo a su casa. Pero de mi pasaron, tardé media hora en recorrer 100 metros, pensaba que caminando despacio los animalitos no me harían daño y así fue. Llegué hasta la entrada de casa, mi familia me gritaba a lo lejos que no me olvidase de la foto.
Hice la foto, todos muy encantadores y Obama les explicó a su familia la historia de la madre de Mar por lo cual todos empezaron a llorar como niños, incluidos los domadores. Con tanto llanto las fieras se confiaron, se vieron libres y corrieron a atacarnos. Pero yo alcancé a tirarles la cámara de fotos a mis padres, pensaba que esa sería la última foto de la familia Obama y algún día les podrían sacar provecho.
DESPUES me desperté
pd: no tengo fotos de los sueños
pd 2: actualmente la madre de Mar se escribe con la mujer de Obama